Thursday, March 10, 2005
Smoke black out
Se quedaron dormidos en el trole,
recordando las primeras canciones de la revolución.
Se quedaron dormidos en el metro,
para no soñar jamás con casinos ni tragamonedas.
Cayeron hambrientos bajo los semáforos,
tragando fuego y vidrio en la cara de los extranjeros.
Largas caras de bronce vendido al cielo de Texas,
párpados de pájaros robados al progreso nacional.
Con el humo que sube de la sangre construyeron una nube,
una nube de edificios rotos, de cabellos sucios y de columnas de taxis,
una nube de manos borrachas
que los judíos sacuden para ver caer maná.
Se quedaron dormidos contando las monedas
que lavarían sus huesos sobre la espalda del cielo.
recordando las primeras canciones de la revolución.
Se quedaron dormidos en el metro,
para no soñar jamás con casinos ni tragamonedas.
Cayeron hambrientos bajo los semáforos,
tragando fuego y vidrio en la cara de los extranjeros.
Largas caras de bronce vendido al cielo de Texas,
párpados de pájaros robados al progreso nacional.
Con el humo que sube de la sangre construyeron una nube,
una nube de edificios rotos, de cabellos sucios y de columnas de taxis,
una nube de manos borrachas
que los judíos sacuden para ver caer maná.
Se quedaron dormidos contando las monedas
que lavarían sus huesos sobre la espalda del cielo.